jueves, 30 de julio de 2009

No me gusta Sabina

Se llamaba Soledad y estaba sola como un puerto maltratado por las olas. Coleccionaba mariposas tristes, direcciones de calles que no existen. Pero tuvo el antojo de jugar a hacer conmigo una excepción y, primero, nos fuimos a bailar y, en mitad de un "te quiero", me olvidó.
De Esperanza no tenía más que el nombre, la que no esperaba nada de los hombres, coleccionaba amores desgraciados, soldaditos de plomo mutilados. Pero quiso una noche comprobar para qué sirve un corazón y prendió un cigarrillo y otro más, como toda esperanza se esfumó.
Por eso, cuando el tiempo hace resumen y los sueños parecen pesadillas, regresa aquel perfume de fotos amarillas.
Y, aunque sé que no era las más guapa del mundo... juro que era más guapa que cualquiera.
Se llamaba Inmaculada aquella puta que curaba el sarampión de los reclutas, coleccionaba nubes de verano, velos de tul roídos por gusanos. Pero quiso quererse enamorar como una rubia del montón y que yo la sacara de la "calle de los besos sin amor"
Y, mil años después, cuando otros gatos desordenan mis noches de locura, evoco aquellos ratos de torpes calenturas.

Y, aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa, más guapa que cualquiera.

domingo, 26 de julio de 2009

Cuando me siento triste, y te siento lejano

Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta noche con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda se encendía
un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, ¿dónde estabas tú?
¿Entre qué gentes?
¿Diciendo qué palabras?
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

Pablo Neruda.

jueves, 23 de julio de 2009

Carpe Diem II

Cuando te detenés a ver el mundo, a observar la belleza que te rodea, cuando te reís hasta no poder más con tus amigos, cuando hacés lo que amás hacer, cuando viajás a un lugar que no conocés, cuando se te acelera el corazón ante una mirada, cuando amás, te sentís vivo.
Pero no sólo la felicidad te hace sentir vivo, a veces hace falta vivir una experiencia espantosa y traumática para valorar la vida, para verla de otro modo. También es sentirse vivo saber que dejás un testimonio de tu vida, saber que cuando ya no estés físicamente, algo de vos seguirá vivo en los que vendrán.
Yo no quiero llegar al último minuto de mi vida y darme cuenta de que no viví. No quiero irme de este mundo sin sentir que aproveché al máximo cada instante, porque después será demasiado tarde para hacer lo que no hice cuando pude.
¿A dónde va lo que querés hacer y no hacés, lo que querés decir y no decís? ¿A dónde va lo que no te permitís sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero la verdad es que esas palabras se nos acumulan en el cuerpo, nos llenan el alma de gritos mudos, se transforman en insomnio, en dolor de garganta. Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo, en error, en deuda, en asignatura pendiente. Se transforma en insatisfacción, en tristeza, en frustración. Esas palabras no mueren, nos matan. No quiero darme cuenta de que esa fue la causa de mi muerte cuando ya esté bajo tierra.
Lo que no decimos se transforma en herida abierta.

¿Demasiado tarde?

No tengo nada que perder, pero para algunas cosas es...demasiado tarde. El sol empieza a salir, no puedo dormir y estoy solo.
Es demasiado tarde para arrepentirse, mujer, es demasiado tarde para nosotros dos.
Cuando el tequila terminé, en algunas cosas dejé de confiar. Pero fue...demasiado tarde, pero fue demasiado tarde.
Es demasiado tarde para mentirse, mi amigo, es demasiado tarde para cambiar el destino.
No tengo nada que decir, ni dónde ir, ni ganas de dormir. No tengo nada que decir, ni dónde ir, ni ganas de dormir.
Es demasiado tarde
es demasiado tarde
es demasiado tarde (es demasiado tarde para arrepentirse, mujer)
es demasiado tarde (es demasiado tarde para nosotros dos)
No tengo nada que decir, ni dónde ir, ni ganas de... (dormir)
No tengo nada que decir, ni dónde ir, ni ganas de.

viernes, 17 de julio de 2009

Podría ser

Sostienen algunos que el déjà vu es la memoria de los sueños. Aunque la mayoría de sueños nunca son recordados, una persona que duerme puede presentar un gran despliegue de actividad en zonas cerebrales relacionadas con el proceso de la memoria de largo plazo. Se ha especulado que los sueños "leen" directamente de la memoria de largo plazo, soslayando la memoria a corto plazo.
En este caso, el déjà vu pudiera ser una memoria de sueños olvidados con elementos comunes a la experiencia que se vive en el estado de vigilia. El déja vu, se da en los sueños muchas veces porque nuestro cerebro nos está informando de algo que piensa, pero no lo piensa conscientemente y simplemente nos advierte. También están generados los déja vu por ideas que provienen del instinto (por ejemplo en sueños durante la adolescencia hacemos el amor, lo cual a su vez es un aprendizaje para cuando llegue la ocasión)
Cuando esa situación se presenta, porque las situaciones se suceden nuevamente en la vida muchas veces, estamos preparados porque están almacenadas en el recuerdo, aunque nunca hayan sucedido y sean sólo una ideación subconsciente.

lunes, 13 de julio de 2009

CARPE DIEM!

El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante. Lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida por lo que continuará...

Hasta mañana

Si un corazón triste pudo ver la luz,
si hice más liviano el peso de tu cruz.
Nadie tiene a nadie, yo te tengo aún.
Dentro de mi alma, siento que me amas.
Chau, hasta mañana.

domingo, 5 de julio de 2009

Simple III

Te quiero. Es una excusa muy pobre para todo lo que te hago pasar pero es la pura verdad.

viernes, 3 de julio de 2009

Aunque no te guste.

Nunca te vi llorar.
Ahora que lo pienso,
nunca.

¿Qué muralla levantaste
al final de la playa
para que la marea
jamás llegue
a la vereda?

¿Qué pobre ventaja conseguís
andando por la vida
torciéndoles los brazos a las hadas,
apretando los dientes?

Es cierto,
alguna vez dijiste
que un día
decidiste
que ya nada te haría daño.

Le deseo
a tu engaño
que
se
d
e
s
m
o
r
o
n
e

Pronto.

Pedro Aznar